Antes de...
Desde que vi la película "Antes del Amanecer" he querido tener un amor como ese. Fugaz, romántico, y con ese sabor a que lo mejor está por venir.
Claro... con el paso de los años ya quería que alguno de mis amores de Antes del Amanecer se transformara en un amor de "Antes del Atardecer". De esos que a pesar de los años, de relaciones fallidas, de hijos incluso (aunque no era el escenario más deseable porque qué culpa tienen ellos?) no se han olvidado...
Y llegó el día, más o menos. Claro que había sentimientos ahí que renacieron después del primer contacto, sentimientos que tal vez estuvieron dormidos como una semilla en invierno, y que despertaron al calor de la primera conversación. Sin embargo... como hemos cambiado! Ya no eres el niño que alguna vez conocí, ese que me prometía el mundo y quería casarse conmigo e irse a vivir a Puerto Varas después de la segunda cita y un millón de cartas entre medio. Y tampoco soy yo la chica que se asustaba del compromiso y de la violencia de tus sentimientos, huyendo a la primera de cambios con explicaciones que nunca supe si bastaron para ti.
Y hoy eres tú el que no se deja querer, el que abre la puerta y se esconde detrás, extiende su mano para que yo la tome y después la aleja de mí... curiosas las vueltas que da la vida.
Me dicen las cartas hoy que he de dejar las cosas fluir. Siento que he hecho lo que estaba en mis manos por el momento, he tratado de acompañarte e intento entender que hay un situación que ahora mismo te aleja tal vez de todos, y especialmente de mí... supongo que sólo me frustra ver tanto cariño ir a un saco roto, porque en este preciso momento no eres capaz de contenerlo y al parecer no es suficiente para contenerte a ti. Por lo pronto tanta ilusión y tanto romance siguen siendo reales, sólo queda ver lo que dice el tiempo, y si nos reencontramos antes de que pasen diez años más, y de que pase otra vez tanta agua bajo el puente.
Imagen tomada de aquí