jueves, octubre 20

Puente hacia el infinito, desde una nueva perspectiva

Creemos, a veces, que no queda ni siquiera un dragón. Ni un caballero andante, ni una sola princesa deslizándose por secretos bosques, encantando con su sonrisa a los venados y a las mariposas.
Creemos a veces que nuestra era ha drejado atrás toda frontera, ha dejado atrás toda aventura. El destino está lejos por sobre el horizonte; las sombras refulgentes pasaron al galope tiempo ha, y han desaparecido.
Qué gusto equivocarse. Princesas, caballeros, hechizos y dragones, misterio y aventura... no sólo existen aquí-y-ahora: ¡son lo único que ha existido siempre en la tierra!
En nuestro siglo han cambiado vestimentas, por supuesto. Los dragones hoy usan ropajes de gobierno, y trajes de fracaso, y equipos de desastre. Los demonios de la sociedad chirrían, bajan en remolino hacia nosotros, si apartamos del suelo la mirada, si osamos girar hacia la derecha en los recodos donde nos fue ordenado virar hacia la izquierda. Tan hábiles se han vuelto las apariencias que princesas y caballeros pueden esconderse las unas de los otros, y pueden esconderse de sí mismos.
Empero, los que dominan la realidad aún nos salen al encuentro en nuestros sueños, para decirnos que jamás perdimos el escudo necesario para enfrentar dragones, que un voletaje de juegos azulados ondula por nosotros ahora mismo, para cambiar el mundo tal y como gustemos. La intuición nos susurra, veraz: "¡No somos polvo, sino magia!"
Esta es la historia de un caballero que estaba muriendo, y de la princesa que le salvó la vida. Es una historia de bellas y bestias, de hechizos y fortalezas, de poderes mortales que parecen y de poderes vitales que son. Es el relato de la única aventura que más importa, creo, en cualquier época.

Prólogo
El puente hacia el Infinito
Richard Bach

Leyendo este libro una vez más, pero esta vez desde una nueva perspectiva. Aprendiendo nuevas lecciones, porque jamás quiero dejar de aprender. Y me fascina esta nueva perspectiva que estoy tomando para encontrar a este viejo y querido amigo por enésima vez en la vida, y con la vieja amiga que en él encierra, y que tantas veces dejé de ver. ¡YO SOY! ¡TÚ ERES! ¡Y EL AMOR: ES LO ÚNICO: QUE IMPORTA!
El maestro que hay en él, el maestro que hay en ella, la maestra que hay en mí... todos somos UNO. Y yo me siento feliz :)

1 Comments:

Blogger carol_ina said...

Así nomás es Mon! Voy a ver si encuentro ese libro para leerlo... Creo que sería bueno para mí tb! Un abrazo!

18/12/11 13:01  

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