El tema es...
Pasó hace menos de una semana, y el tema es que no me molestó. No sólo no me molestó, sino que me gustó.
Hace menos de una semana, en el momento menos esperado -y tal vez el menos indicado- un hombre que se ha ido develando frente a mis ojos poco a poco tomó la iniciativa de coquetearme. Con qué fin?? Nadie sabe y tal vez nadie lo sabrá, porque es un hombre completamente no disponible. El otro tema es: que me puso a pensar.
Me puso a pensar que aunque me han gustado diferentes hombres a lo largo de la vida parece que siempre fuera el mismo. Es un único hombre. Un hombre diferente a otros, pero que se encuentra en varios. Un hombre que tiene algo de niño, mucho que admirar, fiel a sus principios, un cierto atractivo exótico que -me gustaría pensar- no ven tantas mujeres (y me gustaría pensar así por mi fastidiante celotipia), que tiene un aire protector y hace sentir que junto a él huracanes y desastres son casi una anécdota, él es en sí un lugar seguro.
Este hombre en particular, al no estar disponible, se transforma en un lugar poco seguro, pero no por eso menos atractivo.
El tema es... que hace menos de una semana se decidió a hacer explícito ese tímido coqueteo que era de miradas y sonrisas, solapado y cubierto de bromas entre camaradas, y que se transforma casi un ensayo en este redescubrimiento de mí misma, de mi yo mujer.
Pero el principal tema es: que estoy cambiando, estoy despertando, reapareciendo... el proceso se está consolidando.
Hay cosas por las que vale la pena esperar. ESE es el tema.
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