domingo, septiembre 9

El hechicero ha dicho que es hora de despedirse de Peter MoN (que como es lógico es la versión MoN de Peter Pan), y parece que yo no entiendo muy bien lo que significa.

Lo que sí entiendo más o menos es esta cosa que tengo en el pecho, esta sensación de opresión, de tristeza infinita y de nostalgia anticipatoria…

Y es que la idea de despedirme de mi Nunca Jamás personal me resulta más dolorosa de lo que yo pensaba. Entonces pienso en negociar, y me doy cuenta de que en realidad estoy viviendo el duelo, con todas las de la Ley. El jueves fue la negación, la ira sospecho que la estoy encubriendo, y ahora me siento aquí a escribir, como tantas veces, pero con un sentimiento tan distinto probablemente al de todas esas veces… me siento aquí con el corazón tan apretado que siento como si se me fuera a parar por falta de espacio para latir, y con toda la disposición para negociar, para no tener que dejar ir de lo que tantas veces me ha servido de refugio de ese mundo de los adultos al que trato de no entrar, que me parece tan peligroso e incomprensible.

Y en medio de la negociación vuelvo a lo que parece ser una especie de negación, buscando en mi mundo estrategias un poco mágicas, un poco infantiles, para no tener que cerrar la puerta, para no tener que despedirme así sin quererlo, para no tener que enfrentarme a lo inevitable…

Y en medio de esta negociación y del estudio que involucra la despedida robo la pregunta de alguien y pienso… cuáles son las ventajas y las desventajas de esta despedida?

Y no dejo de preguntarme: cuán cerrada he de dejar la puerta de Nunca Jamás? O será que Peter MoN puede vivir en el mundo de los adultos? Porque no me imagino yo sin ella, o a lo mejor he de reconstruirla…

Saludos!

Imagen romada de aquí

0 Comments:

<< Home