...is kind of beautiful

Hace aaaaaaaaaaaaños atrás vi la segunda parte de una película que amé, y amé su secuela también. La primera la vi justo un día de mi vida en que me hizo llorar, tal vez porque me encontraba con magia que no era magia, o que lo era de una forma en que no podía notar en ese momento, dada mi decepción. (Viéndo el episodio con tantos años y experiencias de distancia me doy cuenta de que en realidad fue mágico y hermoso, y sería lindo escribir un post sobre él algún día). La secuela la vi unos cuantos años después, con la curiosidad propia de un final imaginado, preguntándome si el escritor había imaginado el mismo final, y con el corazón abierto para cualquier sorpresa. Ja! Sorpresa!! Cuál sería mi sorpresa al descubrir que el escritor (y director) amaba tanto los finales incompletos como cualquiera de nosotras, jóvenes románticas casi incurables :P
Uno de los diálogos de esta bella película es más o menos así (sorry si la traducción resulta burda, pero ya que estoy escribiendo en español...):

Jesse: Satisfago un deseo y sólo... agita otro, sabes? Entonces pienso, "al diablo con todo", cierto? Es decir, el deseo es el combustible de la vida, digo, crees que es verdad que si... si nunca quisiéramos nada, seríamos infelices?

Celine: No lo sé... No querer nada, no es acaso... un síntoma de la depresión? Sí, eso es, cierto? Es decir, es saludable desear, no?

Jesse: Si... no lo sé, digo, es como dicen todos esos tipos Budistas, no? Ya sabes, libérate del deseo y encontrarás que ya tienes todo lo que necesitas.

Celine: Si, pero me siento muy viva cuando quiero algo más que sólo las necesidades básicas. Es decir, querer algo ya sea... intimidad con otra persona o un nuevo par de zapatos, es hermoso... Me gusta que tengamos esos deseos que siempre se renuevan.

Y nada. Ahora quiero una cocina. No es cualquier cocina y aunque hay otras por ahí es una la que quiero. Como dice el resto del texto (que no transcribí por una mezcla de sueño y baja batería del computador), tal vez el tema tiene que ver con la sensación de merecimiento. Siento que merezco esa cocina?? La verdad es que para cubrir mis necesidades básicas bastaría con otra, pero en este respecto (como en otros), me encuentro bastante parecida a Celine, me gusta querer cosas uqe vayan más allá de las necesidades básicas. No tiene que ver con una cosa de consumismo, en este caso tiene más que ver con una cosa de... proyección, creo.
Querer otras cosas que no son cosas?? Claro!! Intimidad con otra persona, satisfacción laboral, momentos gratos, regocijo... pero por hoy, la cosa es la cocina :P

Seguramente la cocina es una excusa. La pregunta hoy es: qué es lo que quiero? Antes de empezar a tomar acciones he de responder eso, el plan a seguir viene después :)

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