domingo, septiembre 6

Bloques y muros

Bloqueadores de la comunicación, una de mis especialidades.
Aunque trato de evitarlos y de revertirlos, dan la impresión de ser más fuertes que yo, al igual que esos malvados y malditos sentimientos que los provocan.
Tiempo y dinero invertidos en dejar de bloquear, meses y meses derribar muros sólo para volver a construirlos a la más mínima amenaza.
Amenaza de qué señor?? No lo sé... Amenaza al orgullo, a la seguridad, a la rutina y a la seguridad. Amenaza a la fantasía de esas cosas, de todas menos del orgullo y la rutina.

Malas costumbres y malos hábitos de bloquear, de cerrar, de alejar y no dejar entrar, de oponerse a los cambios y a la evolución. Mala costumbre heredada de procesos lentos, de adaptaciones demorosas y de equilibrios frágiles. De fantasías pueriles y estúpidas apariencias, personales y vicarias, construyendo una frontera que de nada sirve y que sólo daña, defendiendo yos alternativos que no viven en el mundo, y que no se atreven a ver brillar el sol, por un real temor a desvanecerse.