La noche...

Hoy fue una noche de esas... de esas en que me gusta caminar en el frío, entre las luces de los farolitos, como diría un amigo mío por ahí.
Una noche de esas en que mi nariz está helada, en que camino con paso tranquilo, pero firme, en que mis mejillas están heladas y toman ese color rosado propio de la mucha circulación sanguínea.
Una noche de esas en que me vuelvo a enamorar, de todas las cosas que veo a mi alrededor. Me enamoro de las plazas, de los árboles, de los pájaros, del frío.
Una noche de esas en que me siento bien conmigo misma, me siento bien estando sola, caminando sola, disfrutando sola, siendo un poco egoísta con mi fascinación, con mi deleite.
Una noche de esas en que no echo de menos a nadie, en que no estoy sino en el Aquí y Ahora, en que no tengo prisa, en que nada me perturba, en que la vida sonríe de manera tranquila, sin euforia, sin distimia.
Una noche de esas en que mi mente está serena, en que los pensamientos no se atropellan, en que tampoco faltan las ideas, en que la vida parece una línea armónica de colores y sonidos.
Una noche como pocas, una noche como no recuerdo otra, tal vez porque las atesoro tanto en mi intimidad que hasta de mí las escondo, que hasta conmigo soy egoísta y procuro no compartir.
Una noche de esas que me gustaría recordar por mucho tiempo, y que temo olvidar... tanto así que escribo en mi blog para tener registro de que realmente ocurrió, y que no fue un juego de esta loca imaginación mía =)

Sorry, too tired to translate it. Maybe tomorrow :P